domingo, 14 de enero de 2018

Optimizando la toma de beneficios


El saber gestionar la toma de beneficios, es de los asuntos más complicados a la hora de operar en los mercados, los motivos son básicamente dos:
  1. Porque no existen criterios objetivos que nos aseguren cual puede ser el recorrido mínimo del precio, y por lo tanto no podemos apoyarnos sobre nada racional y estadísticamente demostrado, que nos de confianza de que el precio se mantendrá en la dirección deseada durante un tiempo determinado.
  2. Porque a nivel emocional, é influenciado por el punto anterior, es cuando más sufrimos los operadores ya que todas nuestras expectativas, miedos é inseguridades están en plena ebullición.

Estos dos aspectos lastran los resultados de muchos operadores, que incluso siendo buenos analistas y teniendo un gran conocimiento del mercado, no consiguen los resultados que ellos desearían tener, confirmándose eso de que se tiende a cortar las ganancias demasiado pronto y alargar las perdidas en exceso, como podríamos mejorar este aspecto de la operativa, ojalá fuera fácil encontrar la respuesta, pero simplemente será la misma que en la mayoría del resto de aspectos del trading: con práctica, práctica y mucha práctica.

Salida por Ley de oferta y Demanda

Sabemos que, por ley de oferta y demanda, el precio subirá mientras no tenga presión de la oferta, y sabemos que, el precio caerá mientras no tenga presión contraria de la demanda, si somos capaces de detectar cuando aparece en el mercado presión contraria que pueda detener el avance del precio (aunque sea sólo de forma temporal) tendríamos el mejor de los criterios para cerrar la operación.

Ya que, ¿qué sentido tiene mantener una operación abierta cuando hemos detectado que está apareciendo una presión contraria que puede girar al precio y poner en peligro nuestros beneficios?

El problema es el de siempre: saber con certeza cuando la presión contraria es lo suficientemente significativa como para detener el avance del precio, y eso no lo podemos saber, esa es la mala noticia, pero tenemos un aliado que nos puede dar una pista, el volumen, el volumen nos muestra el número de contratos negociados en un periodo determinado de tiempo, por lo tanto, a más volumen más entusiasmo negociador y, a menos volumen, más apatía negociadora. 

Idealización de un giro del precio provocado por una aparición de la oferta y visualizado por el aumento del volumen. Nunca sabremos si esos volúmenes altos provocarán una mera corrección ó un cambio de tendencia, pero sabemos que, al menos, detendrán el avance del precio temporalmente.

¿Que información entonces podemos sacar del grado de oferta y demanda en función del volumen?

Si el precio avanza alcista y de repente el volumen aumenta de forma exagerada, podríamos concluir que la oferta está apareciendo de forma decidida.

Si el precio está cayendo y, el volumen aumenta de forma exagerada, concluir que la demanda está haciendo lo propio, a lo mejor no implica una presión contraria lo suficientemente elevada como para cambiar el sesgo del mercado, pero casi con toda probabilidad provocará un movimiento correctivo en sentido contrario a la tendencia inicial que detendrá el avance del precio (ver grafico 1).

Dos ejemplos de la diferencia entre el objetivo propuesto por el análisis técnico tradicional y el análisis técnico simplificado. El primero de ellos es un triángulo constructivo de continuación de la tendencia. El segundo un Hombro-Cabeza-Hombro de cambio de tendencia. Ambos son, en esencia, periodos de acumulación que propició un avance alcista.

Y es aquí donde está la idea operativa: si estamos disfrutando de una posición abierta a favor de la tendencia y, de repente vemos un incremento de volumen descomunal, podemos plantear que está apareciendo en el mercado presión contraria que al menos podrá poner en peligro parte de nuestros beneficios.

Y si esto es así ¿por qué no cerrar la operación?

Y mientras no aparezca ¿por qué no seguir aprovechando del movimiento?

Obviamente esto tiene algunos inconvenientes, por ejemplo, si usted es un operador de tipo Swing tal vez necesite aguantar esas correcciones temporales en aras de obtener recorridos mayores y en ese caso, a lo mejor, tiene que ignorar ciertos repuntes del volumen.

En cualquier caso, y más allá de casos como ese, quédese con esta idea, porque sin duda, es la más lógica dentro del análisis técnico por “precio y volumen” y la que mejor aprovecha los recorridos.

Salida por análisis técnico tradicional

El análisis técnico tradicional plantea muchas formas de calcular recorridos del precio, según el patrón chartista que tengamos delante proyecta un posible movimiento ú otro.

Todos esos patrones si los simplificamos a su mínima esencia, son todos procesos laterales de acumulación ó distribución, que en lo único que se diferencian es en las dilataciones puntuales (sobre-compras y sobre-ventas) que perforan, a modo de engaño, el lateral.

Una vez entendemos eso, la idea es sencillamente enmarcar lo que es el rango lateral, ignorando las dilataciones, y proyectar el ancho de ese lateral a su ruptura (ver grafico 2).

Si lo piensa, la proyección es esencialmente la misma que la que el Análisis técnico tradicional hace, pero simplificada y más prudente.

¿Y que ganamos con esto?

Pues muy fácil, sencillez porque nos da igual como se llame el patrón chartista que tenemos delante, ya que todos los recorridos objetivo los calcularemos igual.

Prudencia, ya que nos obligamos a buscar objetivos de recorridos más razonables, que nunca está de más, y por último, lógica, ya que nos obliga a pensar en términos de acumulación y distribución, y entender que cada parón en el avance del precio es en esencia, un proceso de acumulación ó distribución donde existe un cierto equilibrio entre compradores y vendedores, y que el precio no reanudará su camino tendencial hasta que uno de los dos bandos se retire de la batalla y deje de presionar.

Por teoría de las Ondas de Elliot, una vez concluida la corrección, podemos trasladar el tamaño del impulso precedente y proyectarlo desde el final de la corrección. Así tendremos una referencia objetivo del posible recorrido del siguiente impulso.

Salida por teoría de las Ondas de Elliott

Por último, tenemos la versión basada en la teoría de las Ondas de Elliott, pero simplificada, no se asuste, porque la Teoría de las Ondas de Elliott puede ser demasiado compleja y poco práctica, y a nosotros lo que nos interesa es ser justo lo contrario, operativos y simples.

En la teoría de las Ondas de Elliott hay una regla que se llama “regla de la igualdad” que dice que dos movimientos impulsivos dentro de una corrección del mismo grado tienden a ser semejantes en precio y/o tiempo.

Esto es muy interesante desde el punto de vista teórico ya que si hemos dejado atrás un impulso de, por ejemplo 10 puntos que tardó 10 minutos en formarse, y luego el precio ha experimentado una corrección de tres puntos antes de comenzar con un nuevo movimiento impulsivo, podemos plantear a nivel teórico, que ese movimiento tendrá también unos 10 puntos y tardará otros 10 minutos en formarse (ver grafico 3).

Por supuesto el movimiento se podría extender, en ese caso la teoría de las Ondas de Elliott nos dice que lo que se está produciendo es una pauta impulsiva con consecuencias tendenciales mucho más importantes.

Pero para nosotros, lo importante es saber que en esa barrera de la igualdad hay una frontera interesante para plantearse, por qué no, una posible salida de nuestra posición.

Lo interesante en todo caso es que pueda conjugar la idea del volumen (la basada en la ley de oferta y la demanda) con alguna de las otras dos, es decir, si observamos un repunte del volumen muy importante justo cuando el precio llega a los objetivos de recorrido del análisis técnico simplificado ó de las Ondas de Elliott simplificado, puede ser un buen momento para cerrar nuestra posición, mientras eso no suceda, mantenga la operación abierta y disfrute de sus beneficios con la menor tensión posible.

Gráfico del futuro del miniSP del 28 de marzo de 2016, en dimensión de cinco minutos. Podemos ver una fase de acumulación con un salto posterior alcista. Los recorridos del rally se pueden calcular de múltiples maneras, pero la imagen muestra la clásica (la basada en el análisis técnico tradicional), la simplificada y la basada en la ley de la oferta y la demanda el volumen.

Veamos esta última idea con un ejemplo, el grafico 4 corresponde a una sesión del futuro del mini S&P500 en marco de tiempo de 5 minutos, en ella podemos ver una fase de acumulación en los mínimos que dibuja un Hombro-Cabeza-Hombro invertido.

Si nos dejamos llevar sólo por la proyección teórica que propone el análisis técnico tradicional, el precio, una vez rompe la línea clavicular, debería haber alcanzado los 2037 puntos.

Sin embargo no fue así, por el contrario, si nos hubiésemos basado en el método simplificado del análisis técnico propuesto y tomando en cuenta el volumen, se hubiese acertado de pleno con el objetivo, obviamente esto es un ejemplo, y en otras muchas ocasiones el precio podría haber salido disparado alcanzando los 2037 puntos ó más, pero aún así, plantearse objetivos modestos le permite, por una parte no buscar objetivos improbables y exigir recorridos imposibles, y por otra confiar más en el avance del precio mientras estas proyecciones no tengan lugar y evitar así salidas precipitadas de la posición.